Se podría hacer un cuento de una gran sala llena de sillas, con atriles negros, con algunos enormes instrumento de percusión, y un solo violoncello botado en el que se asume es su espacio, se podría decir que es un lugar vació, pero se siente algo.
Sus cuerdas no vibran, esta acostado de forma vertical, uno de sus lados esta completamente astillado, su espalda manchada y su arco deserdado, parecía que no tuviera vida, sin embargo el verlo te llena de una sensación fría, una sensación que lleva mas sentimientos envueltos, tiene una dulzura extraña, como la de un niño uno que siente a veces grandes felicidades, pero que siempre guarda una tristeza por no ser igual.
La sala de a poco deja de ser silenciosa, risas, palabras, pasos, y en el fondo muy muy al fondo, o tal vez no tanto, tal ves solo muy silencioso y opaco; se oye al cello llorar, pero sus cuerdas siguen sin vibrar, pero hay algo, algo por dentro que parece romperse, como un grito quejando se , que cada ves, mientras la sala se vuelve mas bulliciosa, a el también se le escucha mas.
Es como si hablara sin palabras y mientras trato de entender, mi pecho quiere llorar, pero mi cabeza no le permite hasta entender.
Cuerdas a su alrededor comienzan a sonar, pero el como un acto de rebeldía, o tal vez de tristeza, no vibra, no se deja convencer de las vibraciones ajena , busca gritar lo que el es, lo que el quiere expresar y no lo que los demás expresan. Su delicadeza no se entiende, parece ser solo eso, un ser inerte botado en algún espacio por alguien que ya no lo quiere tocar, por alguien que crea un distanciamiento ridículo, por alguna discusión interna, un miedo que mata pero que no quiere lastimar, entonces solo se aleja.
Llega su hora de vibrar, pero las manos no quieren sacar sonidos de sus cuerdas, quieren sentir eso sonido que sale dentro de el, ese llanto que parece lleno de miel y que cinco minutos atrás no entendía y ahora sale también por mis manos, que no se lo puede cantar, porque es algo que no es música, es un cantar apagado sin tonalidad ni acordes, un canto recortado por las ganas de llorar, un canto que parece nadie mas escucha, que es solo para mi.
Se podría ser un cuento sobre este cello que llora por ser escuchado pero no se deja oír, se podría hacer un cuento sobre su tristeza y su interprete, se podría hacer un cuento, pero para que si todo es verdad!